Contexto social
Tras estudiar desde pequeño en el colegio jesuita de La Flècheuno de los más prestigiosos de Europa, donde gozó de un cierto trato de favor en atención a su delicada salud. Los estudios que en tal centro llevó a cabo tuvieron una importancia
decisiva en su formación intelectual; conocida la turbulenta juventud de
Descartes
Las huellas de tal educación se manifiestan objetiva y acusadamente en toda la ideología filosófica del sabio.
El programa de estudios propio de aquel colegio era muy variado, giraba escencialmete en torno a una tradicion.
Años después, Descartes criticaría amargamente la educación recibida. Su descontento al respecto proceda no tanto de consideraciones
filosóficas como de la natural reacción de un adolescente que durante
tantos años estuvo sometido a una disciplina, y de la sensación de
inutilidad de todo lo aprendido en relación con sus posibles ocupaciones
futuras.
Según relataría el propio Descartes en el discurso del metodo,
durante el crudo invierno de ese año se halló bloqueado en una localidad
del Alto Danubio, posiblemente cerca de Ulm; allí permaneció encerrado
al lado de una estufa y lejos de cualquier relación social, sin más
compañía que la de sus pensamientos. En tal lugar, y tras una fuerte
crisis de escepticismo, se le revelaron las bases sobre las cuales
edificaría su sistema filosófico: el método matemático y el principio
del cogito.
Tras renunciar a la vida militar, Descartes viajó por Alemania y los
Países Bajos y regresó a Francia en 1622, para vender sus posesiones y
asegurarse así una vida independiente.
Descartes proponía en el Discurso una duda metódica, que
sometiese a juicio todos los conocimientos de la época, aunque, a
diferencia de los escépticos, la suya era una duda orientada a la
búsqueda de principios últimos sobre los cuales cimentar sólidamente el
saber. Este principio lo halló en la existencia de la propia conciencia
que duda, en su famosa formulación «pienso, luego existo». Sobre la base
de esta primera evidencia pudo desandar en parte el camino de su
escepticismo, hallando en Dios el garante último de la verdad de las
evidencias de la razón, que se manifiestan como ideas «claras y
distintas».
Conforme crecía su fama y la divulgación de su filosofía, arreciaron las
críticas y las amenazas de persecución religiosa por parte de algunas
autoridades académicas y eclesiásticas, tanto en los Países Bajos como
en Francia.

No resulta exagerado afirmar, en suma, que si bien Descartes no llegó a resolver muchos de los problemas que planteó, tales problemas se convirtieron en cuestiones centrales de la filosofía occidental. En este sentido, la filosofía moderna (racionalismo, empirismo, idealismo, materialismo, fenomenología) puede considerarse como un desarrollo o una reacción al cartesianismo.
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